viernes, 29 de marzo de 2024

A Yemayá va el tributo de la Fiesta del Fuego

El tributo a Yemayá fue uno de los momentos más atractivos y emotivos de la Fiesta del Fuego. Cientos de creyentes y curiosos se reunieron en una franja de costa para entregar sus ofrendas al mar...

Yeneily García en Exclusivo 09/07/2014
4 comentarios
Ofrenda Yemaya I
En el mismo se pueden disfrutar de actividades culturales así como exhibición de artesanía popular. (Yander Alberto Zamora de los Reyes / Cubahora)

Las olas del Mar Caribe mojaban a un centenar de piernas que, sin hacer caso de las chinas pelonas, se afianzaban en la costa para romper el azul brillante del agua. Todos mirando al horizonte, la mayoría con las manos cargadas de regalos a Yemayá, la reina del añil, de lo líquido, de la creación.

Tradición a la espalda, siglos de sincretismo al cuello y una futa en la mano. Vestida con los colores de la diosa: azul y blanco, una nieta de esclavos canta las antiguas ofrendas de sus ancestros, plegarias que hoy se aprenden y se repiten con el cuidado con que se trata algo sagrado.

Esta no es una estampa sacada de una postal. Este es el día a día del Festival del Caribe, que en julio enciende a Santiago de Cuba, ciudad que lo acoge cómplice, sabedora de su potencial como urbe donde el arte y las raíces se entrelazan en la savia que engendra a su gente.

Y es que para la Fiesta del Fuego, evento que reúne a miles de participantes todos los años en esta capital oriental - caribeña entre las ciudades cubanas- preservar el patrimonio es su razón de ser, propósito en el que se incluyen las tradiciones de todas las culturas que conforman la identidad caribe, espíritu más que delimitación geográfica.

El tributo a Yemayá es uno de los momentos más atractivos y emotivos que promete el programa de la cita anual. Cientos de creyentes, artistas populares y curiosos se reúnen en una franja de costa conocida como Juan González para entregar sus ofrendas al mar, dominio de la deidad.

Nunca imaginó esta notoriedad el español que, según la leyenda, recaló en esta playa buscando una nueva vida luego del naufragio de la flota del Almirante Pascual Cervera, en la batalla naval con que la metrópoli entregara la preciada joya del Oriente a los Estados Unidos, en julio de 1898. Seguro tampoco imaginó que su nombre pasaría a la historia asociado con la de una santa con dos nombres y negra por demás.

Vino, frutas, cantos, bailes, plegarias. No importa si en español, inglés, holandés o sranan tongo, la lengua franca de los cimarrones de Suriname –País Invitado de Honor a esta edición 34 de la Fiesta- quienes se unieron al tributo, para reforzar aquello de que venimos de un solo tronco, no importa en cuántas ramas nos hayamos dividido. Yemayá de seguro tuvo oídos receptivos para los que desean bien.


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Yeneily García

Se han publicado 4 comentarios


Roberto Fuentes Inclan desde FB
 10/7/14 12:07

 ASI HAY QUE DARLE COMIDA ETC PERO TENERLO CONTENTO

Luz Marina Nicolás desde FB
 10/7/14 12:07

 Ache

Milagros Valdes desde FB
 10/7/14 12:06

mi respeto

Leo Manuel Pita desde FB
 10/7/14 12:05

Los felicito

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