jueves, 28 de marzo de 2024

Link a la sexualidad

un blog de Mayte María Jiménez

De ahora en adelante… Intimidades

Nuestra sección Link a la sexualidad pasará a nombrarse Intimidades, en un nuevo camino al conocimiento de la intimidad, no solo desde el plano sexual, sino en la complejidad de las relaciones humanas...

Mayte María Jiménez
en Exclusivo 30/03/2012
1 comentarios
Intimidades 01
El olor y los sonidos resultan indispensables para alcanzar un grado mayor de sex appeal.

Entender la intimidad de todo ser humano puede ser un complejo enigma, pues en ella se conjugan sentimientos, concepciones morales, costumbres y maneras de ser que difieren de una persona a otra. La esencia de cada individuo se establece, no solo desde su subjetividad, sino desde las relaciones que este establezca con el medio que le rodea.

Constatamos a diario, siguiendo el pensamiento marxista que el hombre piensa como vive, y en esa justa medida se relaciona e intercambia con sus allegados. Así se establecen lazos familiares, de amistad, trabajo, amor, y sexuales, en la medida en que se interactúa, se conoce y se vive con una persona.

Sobre estas relaciones, que pueden ir más allá del mero encuentro sexual, sin restar importancia al encuentro íntimo, dedicaremos de ahora en adelante los post de esta sección, de modo que nos enriquecería mucho tener los comentarios de los lectores, sus dudas e interrogantes y hasta las iniciativas sobre alguna temática que quieran saber.

De ahí que comenzaremos a llamarnos Intimidades, en una suerte de intercambio entre sus proposiciones y nuestras iniciativas, entre sus deseos de saber, y nuestra intención de abrirle un nuevo camino al conocimiento más íntimo de la existencia humana.

¿SOMOS VÍCTIMAS DEL SEX APPEAL?

Hace poco leía una frase de la reconocida actriz italiana Sofía Loren que decía: el sex appeal es en un 50 por ciento lo que tiene una mujer, y en el otro 50 por ciento lo que las demás personas creen que tiene. Si bien puede parecer un poco egocéntrica la afirmación, es cierto que este “atributo” que tienen las personas, llamado sex appeal, constituye una cualidad que hace llamativo a un individuo, más allá de la belleza física que tenga o no.

Investigaciones realizadas recientemente plantean que la ciencia del sex appeal aísla los detalles de la atracción sexual humana, con la intención de determinar su condición genética, hormonal o neurológica. O sea, esta extraña “atracción”, que nos conecta de pronto con una persona, puede estar relacionada con el olor, señales químicas, de la voz y el movimiento.

Los científicos siempre han pensado que las preferencias de las parejas eran completamente arbitrarias. Sin embargo, estudios recientes sugieren que ciertos factores inconscientes que el ser humano no puede controlar, como el sonido y el olor, pueden atraer a unas personas hacia otras.

Para no pocos estudiosos del tema, el secreto o la respuesta a estas reacciones se deben a secreciones naturales que emite la mujer para atraer a un hombre y viceversa.

La atracción podría explicarse por factores de índole inconsciente, sobre los cuales no tenemos control. Sonidos, olores y secreciones serían algunos de los elementos que juegan un papel muy importante a la hora de la seducción.

Se dice que los hombres segregan una hormona conocida como androstenona que repele a las mujeres que no están ovulando, mientras ellas se las arreglan con una secreción natural, para que los varones las vean más “sexy”.

Para aquellos que no son considerados tan atractivos, de acuerdo a los cánones vigentes, no todo está perdido. El olor y los sonidos resultan indispensables para alcanzar un grado mayor de sex appeal.

Una investigación de la Universidad británica de St. Andrews indica que, de manera inconsciente, cuando las mujeres se encuentran en su período más fértil eligen hombres con tonos de voz graves, ya que les resultan indicadores de buena salud y mayores posibilidades de éxito reproductivo.

En su fase menos fértil, por el contrario, los investigadores dijeron que las mujeres se inclinan por voces más agudas, una señal de hombres cariñosos y dispuestos a una relación de largo plazo.

Por otro lado, el cerebro no sólo prefiere las caras simétricas, sino también los cuerpos. Esa fue la conclusión de un estudio realizado por científicos británicos, publicada en la revista Proceedings of National Academy of Science.

La conclusión de esta pesquisa fue que, por lo general, las piernas largas, cintura pequeña, así como pechos y caderas grandes son los rasgos físicos que los hombres tienden a percibir como un mayor índice de fecundidad en las mujeres. Mientras, para las féminas ellos deben tener piernas fuertes, torso grande y hombros anchos.

Y no se trata de estereotipos de ambos sexos en su elección, sino de una respuesta biológica. El cerebro destina grandes áreas para mantener vivo a su poseedor y para posibilitar el apareamiento y la procreación.

El área de corteza senso-motora dedicada a los genitales es mayor que la que corresponde a la superficie del pecho, el abdomen y la espalda juntos. La actividad sexual humana involucra prácticamente todo el cerebro, porque no se limita a copular y eyacular, también se siente placer en los encuentros amorosos, o por el contrario, se sufre.

La dopamina, el neurotransmisor principal del placer, fluye a la corteza frontal provocando sentimientos de euforia y deseo sexual. Simultáneamente, el organismo segrega adrenalina y noradrenalina que recorren el cuerpo para producir la excitación genital.

En la actualidad se sabe qué áreas concretas del cerebro participan en el comportamiento sexual. La atracción comienza con la dilatación de las pupilas cuando miramos a alguien que nos resulta atractivo(a).

Si se es correspondido, el cerebro de ambos segrega dopamina y el sistema endocrino segrega adrenalina, que lleva más sangre de lo normal al estómago, causando esa sensación de “mariposas”; y al fluir más sangre por nuestros cuerpos nos sonrojamos, incrementándose el rojo de nuestros labios y mejillas.

Un individuo bajo la influencia de la química del amor, o bajo la atracción motivada por el sex-appeal, se siente tan atraído que desea estar con la otra persona así sea sólo para conversar, sonríe por todo, siente que sus palabras son románticas, su sonrisa es tierna y cautivadora, todo en la otra persona le parece agradable.

El efecto de la química psico-sensorial-emocional-sexual de las feromonas ha hecho su trabajo. Bajo este efecto nada importa, pues tiende a primar la complacencia emocional y la satisfacción de placeres.

Antes de que una persona se fije en otra para entablar una relación amorosa, ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de esa persona y no de otra.

Algunos sexólogos afirman que los niños desarrollan esos mapas entre los cinco y los ocho años de edad, como resultado de asociaciones con miembros de su familia, amigos, y experiencias infantiles.

En otras palabras, los rasgos esenciales de la persona ideal a quien amar, ya está en nuestro cerebro antes de entrar a nuestra romántica adolescencia, y en ella el sex appeal es un “sello” que nos distinguirá en el futuro.


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Mayte María Jiménez

Periodista del Diario Juventud Rebelde y editora del Suplemento En Red, dedicado a Ciencia, Salud, Tecnología y Medio Ambiente. Aborda temáticas relacionadas con juventud, sociedad, salud, ciencia, economía y otros tópicos de la actualidad nacional de Cuba. Coautora del libro Periodismo incómodo: la cuadratura del círculo, de la Editora Abril

Se han publicado 1 comentarios


Pride
 15/10/12 12:09

Pero cuando hablamos de los olores en el sex-appeal se refiere a los olores naturales u olores inducidos por los perfumes

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