sábado, 20 de abril de 2024

Comportamiento Secreto Solitario

¿Qué nos gusta hacer en soledad? ¿Acaso la cotidianidad nos permite reservarnos ese pedacito de privacidad indispensable?...

Lisandra Puentes Valladares
en Exclusivo 01/01/2015
8 comentarios

Yo siempre vuelvo a las clásicas, o sea, a mis chicas de Sex and the city. Y es que cuando pienso en un tema para escribir, allí están ellas para darme su opinión. ¿Qué nos gusta hacer en soledad? ¿Acaso la cotidianidad nos permite reservarnos ese pedacito de privacidad indispensable?

“Necesito tiempo para relajarme, estar sola”, dice Carrie y agrega: “extraño entrar a mi departamento, no ver a nadie ni oír ningún ruido y hacer las cosas que una hace cuando está completamente sola”.

Oh, las cosas que se hacen cuando se está en soledad. Supongo que en este punto cada cual debe estar pensando en el bailecito extraño frente al espejo, en el rincón donde ve fotos viejas y anhela amores pasados, en el automasaje antes de dormir, en fin, en esos rituales que el trabajo, la familia y el corretaje diario desplazan.

La Bradshaw nombró esta conducta: “Mi C.S.S (Comportamiento Secreto Solitario)”. No es que yo esté tomando lo que dice un personaje de HBO como teoría, pero tampoco le quitemos mérito, bien sabemos que esta serie le movió el piso a millones de neoyorquinas. ¿Por qué entones no tenerla en cuenta?

Para la columnista de The New York Star, no hay nada como llegar a casa, tomar una pila de galletas saladas, untarlas con mermelada de uva y comerlas de pie en la cocina mientras lee una revista de moda. “Es raro, pero se siente genial”. ¡¿Ven?! No se puede decir más claro.

Solo estoy en desacuerdo con Carrie en un detalle: no tiene necesariamente que ser secreto este comportamiento, y por este camino podemos llegar al viejo dilema de la oculta sexualidad femenina, pero lo simpático de este capítulo es que mientras Carrie defiende su espacio descubre que Aidan –su novio– también tiene una práctica privada: untarse loción para evitar la caída del cabello.

Antes de interiorizar cuán serio era el tema que proponía Sex and the city en ese episodio, asistí –en abril del año pasado– a un taller de autoduidado de la salud. El curso lo impartió una encantadora profesora colombiana que nos habló de musicoterapia, aromaterapia y hasta hidroterapia. Es decir, nos pasamos una semana bailando, compartiendo experiencias y hasta bañándonos en una piscina.

Y es que, ya sea o no en secreto, en compañía o soledad, de día o de noche, lo que sí es fundamental es entender que quererse es tan importante para la salud como seguir un ciclo de antibióticos. De hecho, muchos de mis colegas en aquel taller confesaron que una buena alimentación formaba parte de sus autocuidados; mientras, para otros, estaban más relacionados con el buen sueño, el disfrute de la naturaleza, las actividades físicas, la risa y muchas y variadas prácticas.

En mis indagaciones para este texto me confesó un amigo psicólogo que entre sus autocuidados está visitar a sus amigos y a las personas que quiere, y en especial ir a los lugares de su infancia. Esto se traduce para mí en ir a Pinar del Río, donde nací y viví hasta los 18 años. Por muy a gusto que me sienta en La Habana, no puedo estar lejos de Pinar mucho tiempo. Allí no solo está mi familia, también viven mis amistades de la niñez, mis escuelas, mi parque infantil, mi mata de chirimoya, en fin, recuerdos felices de los que no me puedo divorciar.

Otra de las confesiones que obtuve en esta búsqueda, fue la de una colega, que me comentó que aunque la maternidad no le da mucho tiempo, aún encuentra el momento para leer por la noche cuando todos duermen y ver aunque sea medio capítulo de series coreanas o de Glee. Para gustos los colores, ¿verdad?

¿Cuáles son los míos? Pues claro que entre tanta lista no podía yo dejar de confesarme. Muchos de mis autocuidados tienen que ver con mis amistades, planificar un encuentro para tomar café, té o vinito y contarnos nuestras vidas es mi mejor medicina. La Habana es mi otro gran autocuidado, su mar, su olor a sal, su brisa, su arquitectura y sus hombres interesantes pueden salvarme de cualquier depresión.

Y de los comportamientos más privados les contaré que un espejo es indispensable en mi cuarto. Antes tenía uno inmenso en la puerta del escaparte, el de ahora es más pequeño, pero igual me sirve para mirarme desnuda. No me creo particularmente vanidosa, pero es mi cuerpo y, aunque un poquitín de ejercicio no me vendría mal, disfruto mirarlo.

¡Basta de confesiones por hoy! Aclaro, como digo siempre, que no hay recetas, por muy rarito que te parezca tu C.S.S, autocuidado o como quieras llamarle, si no daña a otras personas, ¡Pa´lante!


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Lisandra Puentes Valladares

Periodista, soltera y pinareña

Se han publicado 8 comentarios


nikita
 23/6/15 11:40

Hola lisandra, como siempre tu articulo es genail, pues te dire que a mi tambien a veces me gusta estar sola lo disfruto muchisimo., me gusta leer y sobre todo acostarme a meditar y a pensar soy de las que pienso mucho es algo que no lo puedo evitar. tambien le doy un rebison a mi escaparate y de vez en cuando aunque no soy nada bonita me gusta mirarme en el espejo. y si estoy un poco anciosa pienso en cosas exitantes y termino con una masturbacion y de verdad es muy placentera...
 

Maryd
 10/3/15 10:20

Coincido contigo en que algo que disfruto mucho es andar por las calles de mi Habana, y contemplar los atardeceres en el Malecon. En compañia me encanta las reuniones entre amigos y cuando estoy sola lo que me gusta es leer un buen libro.

Yai
 19/2/15 15:06

Las 5 de la mañana... el frio en mi terraza... mi taza de cafe... mi cigarro... y el silencio!!!! Me regalo de 20-25 minutos de paz antes de comenzar a preparar a Lauren para la escuela!!! Este tiempo que dedico a leer por la red... permitirme nuevos amigos... llamar a los viejos y reirnos de todo.. y en la noche... duermo del lado que me de la gana.. a veces sin ropa... otras con mis pantalones de franela y el pulover de Madonna!! A veces me regalo acostarme sin bañar! (al otro día temprano saldo la deuda.. no se alarmen!!).. Y desde que un capitulo de Anatomia de Grey me enseño lo bueno que era colgarse unos aoudifonos y bailar!! Estos son de algunos de mis autocuidados...

Mary
 13/2/15 19:30

Lisandra, también disfruto estar sola, aunque me gusta la vida en pareja, como tú, de vez en cuando no es así y lo disfruto.  En esos casos, visito a las amistades, paseo por el Casco Histórico.... ah! y también me miro mucho en el espejo.

Sindo
 27/1/15 14:06

Que extraño que estes soltera Lisandra!!!

 

Jaco
 27/1/15 12:01

Atrevida confesión la tuya con el espejo, pero para nada lo veo mal, al ontrario, considero que el principal auto cuidado y CSS esta en amarse uno mismo tal y como eres, y entender tu cuerpo y tu mente. Para eso es necesario un espejo y mucho tiempo a solas....

darbel
 6/1/15 9:28

COMO ME GUSTARIA SER TU ESPEJO!!!!!!!!!!

cesar
 5/1/15 14:02

buen y valiente artículo

a mi también me encantaría mirarte desnuda y dejaría que hicieras lo mismo conmigo y entonces, olvídate de los ejercicios a los que te refieres

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